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Foto del escritorLucky Lux

Kendrick Lamar: Lo urbano y el academicismo

Bueno, pues aquí estamos, yo pensaba escribir sobre “Hotel California” (que lo haré), pero el beef (o pelea) de estos meses entre Kendrick Lamar y Drake, me ha forzado a hablar de mi santo patrón, Sir Kendrick Lamar Duckworth, aunque en un futuro también hablaré sobre la movida que han tenido (que todavía continúa).


Lo primero, aviso que este post no va a ser imparcial, podría intentarlo, pero la verdad es que no quiero, la admiración que siento por este hombre y su arte es demasiado grande y profunda y dejo desde ya, escrito como prefacio, que (con permiso de la vieja escuela) Kendrick me parece el mejor rapero de la historia, y en este post os voy a explicar por qué, dadle una oportunidad aunque este estilo no sea el vuestro.



Kendrick Lamar Duckworth (17 de junio de 1987, Compton, California) es un rapero estadounidense conocido simplemente como Kendrick Lamar o como alguno de sus muchos alias/personas (KDot, Kungfu Kenny, Oklama…). Al nacer en Compton, nació en una de las ciudades que fue la cuna del Hip Hop de la “West Coast” como tantos otros grandes (Dr.DRE, Eazy-E, Ice Cube y el resto de NWA, Coolio, YG…). Evidentemente, esto fue algo que marcó su vida, Compton era una ciudad bastante conflictiva, conocida por sus enfrentamientos entre bandas y alto índice de homicidios y crímenes en general, factores que llevaron a la proliferación del Gangsta Rap y cómo dije antes, a la creación de la escuela de la costa oeste. Sin ir más lejos, el propio padre de Kendrick, Kenneth “Kenny” Duckworth, estuvo relacionado con una de esas bandas, los “Gangster Disciples”, por eso él y la madre de Kendrick se mudaron desde el sur de Chicago a Compton. Kendrick fue hijo único hasta los siete años, cuando sus padres tuvieron a sus dos hermanos y hermana pequeños.


La familia Duckworth vivía en la “Section 8” (viviendas de protección social), aunque en cierto punto de su vida, pasaron por no tener hogar, además de tener que vivir gracias a ayudas y a cartillas de racionamiento. Kendrick no llegó a afiliarse a ninguna banda pero tuvo cercanía con los Westside Pirus (banda bajo la organización de los famosos Bloods).

Hubo dos cosas en su vida que empezaron simultáneamente y además, desde bien temprano, uno, su interés por el rap, y dos, su introducción a la violencia y a la brutalidad policial, ya que Kendrick vivió las revueltas de Los Angeles de 1992, cuyo detonante fue la absolución de los cuatro policías por “falta de pruebas” tras la brutal paliza a Rodney King, aunque evidentemente, era algo que se venía macerando desde hace tiempo (y que se sigue viendo). Esta introducción tan precoz a la violencia y a las dificultades enfrentadas por los afroamericanos marcarán profundamente su música, pero esto lo dejaremos para más adelante. Todo esto también hizo que Lamar madurase desde muy pequeño para poder sobrevivir en ese entorno.


Y aquí entra el academicismo, Kendrick siempre fue un estudiante brillante, de hecho, fueron diferentes profesores los que le animaron a escribir y a hacerle interesarse por la poesía, fue esto último lo que le llevó a enamorarse de la lírica y del escribir letras, estudiando sobre las metáforas, rimas y juegos de palabras o “double entendres”. Muchas frases de Kendrick raramente tienen un único significado o interpretación.

Con todo esto, no quiero decir que no haya raperos que no cuiden sus letras, pero Lamar realmente lo convirtió en un verdadero arte, y lo ha hecho de una manera tan fluida, que parece que no le cuesta. Eso sí, nadie nace entrenado, sus inicios fueron haciendo freestyle y escribiendo letras bastas, por así decirlo, o “profanas”, aún así, como todo en la vida, esto tiene un motivo, ya que el mismo Kendrick explicó que estas letras fueron una manera de canalizar y superar el trauma y la depresión que atravesó en su adolescencia, ayudado como ya he dicho, por sus profesores, que veían su potencial, uno de lo más importantes siendo Regis Inde, su profesor de inglés, que fue empujandole a ir siempre a más, como por ejemplo a ampliar su léxico para tener más juego y a mejorar su prosa.


Kendrick Lamar junto a su antiguo profesor Regis Inde

Aparte de porque veían su tremendo potencial, los profesores querían mantener a los niños alejados de la cultura de bandas de Compton, y para Kendrick funcionó hasta que, irremediablemente, se vió involucrado. Por suerte, su padre, que ya había pasado por eso, le organizó una intervención y logró alejarlo lo suficiente. A los 16 se bautizó y se convirtió al cristianismo al vivir de cerca la muerte de un amigo, además de empezar una relación con Whitney Alford, con la que sigue a día de hoy y cuya relación ha tenido numerosos altibajos. Estas dos partes de la vida de Kendrick, su fé cristiana y su relación con Whitney, serán muy significativas en sus letras y el mensaje que lanza al mundo.


Kendrick y Whitney en su juventud

Una vez terminado el instituto con un expediente de 10, cabe decir, tonteó con la idea de estudiar psicología o astrología en la universidad (le pegan un montón las dos carreras si me preguntáis a mí), pero decidió no comenzar la universidad para centrarse en su carrera musical. Empezó con Freestyles como dijimos, bajo el nombre artístico de K.Dot y se fue haciendo un nombre, tanto que Dave Free, en aquel momento estudiante pero posterior director de cine y ejecutivo de discográfica, viajó desde Inglewood sólo para verle y formaron una amistad, llegando Dave a convertirse en su “Hype Man” (literalmente alguien que hace los coros y anima al público). Y aunque Kendrick iba haciendo sus pinitos, la verdad que Dave le ayudó mucho, ya que, mientras éste trabajaba como técnico informático, le pasó un mixtape a Anthony Tiffith, conocido como “Top Dawg”, que quedó impresionado y le ofreció a Kendrick audicionar para entrar a su recién creada discográfica independiente “Top Dawg Entertainment” (y que sigue siendo independiente :D cosa rara como ya hablaré en otro post, algún día… aunque les distribuye UMG). Otros artistas firmados con TDE son Jay Rock, Sza y ScHoolboyQ. Me parece importante destacar que su audición fueron, ojo, dos horas seguidas de freestyle, así que evidentemente, le firmaron en 2005 siendo de los primeros artistas firmados con TDE junto al ya nombrado Jay Rock, y aparte de lo que le pudieran pagar, adquirió acciones de la discográfica por una suma de dinero desconocida.


Kendrick siguió sacando mixtapes, tras la cinta conocida como “C4”, decidió dejar de ser conocido como K.Dot para usar su propio nombre, Kendrick Lamar, pero fué con el cuarto mixtape “Overly Dedicated” cuando empezó a aparecer realmente en el radar de otros artistas del género, grandes como el mismísimo Dr.Dre, que quisó meterle en una colaboración con Snoop Dogg y hasta estuvo considerando firmarle en su sello “Aftermath Entertainment”. Después, empujado por artistas como J.Cole finalmente llegaría el primer álbum de Kendrick “Section.80”, cuyo sencillo principal era “HiiiPower” (temazo), el disco fue una experimentación de Kendrick con diferentes estilos en el que logró encontrar el equilibrio entre la crítica social y la música comercial (dentro de lo comercial que puede ser el gangsta rap). Para promocionarlo tocó en salas pequeñas y campuses universitarios alrededor del país, este álbum hizo que, tras una actuación en Los Angeles, fuese denominado el “Nuevo rey de la Costa Oeste” por figuras respetadas en el panorama como son los ya nombrados Dr.Dre, Snoop Dogg y por The Game, y ahora se viene lo chido, desde antes de lanzar Section.80, estuvo planeando su siguiente disco “Good Kid, M.A.A.D City”.




Portadas de C4, Overly Dedicated y Section.80 respectivamente


En esta época, Kendrick se empezó a mover cada vez por círculos más influyentes, fue el telonero de Drake (LOL) en el Club Paradise Tour y empezó a trabajar con J.Cole en un álbum conjunto que nunca salió y que nos dejaron bien clarito que nunca saldrá. También hubo cambios sobre su situación discográfica, por así decirlo, llegó a un acuerdo con Aftermath Entertainment (el sello de Dre) e Interscope (UMG), aunque su discográfica principal seguía siendo TDE (honestamente, tengo que informarme más sobre estos tratos multi-discográficos, porque no entiendo del todo su funcionamiento, si no me equivoco juegan con los porcentajes de ganancias). Y fue bajo este trato, que Kendrick sacó en el 2012 el críticamente aclamado “Good Kid, M.A.A.D City”, es duro no meterme en profundidad en lo que es el álbum, porque sé que en este post estamos hablando de la figura de Lamar en la música y su trayectoría, así que prometo hacer el post diseccionando sus álbumes, porque si hay alguien cuyos álbumes merecen un deep dive es este hombre. Sólo diré que este álbum colocó a Kendrick en la escena mainstream, de hecho, este disco sobrepasó a “The Eminem Show” como el álbum de hiphop que más tiempo se mantuvo en las listas de éxitos (ojito), cumpliendo en el 2022 los 10 años consecutivos de estar ahí, algo que ningún otro álbum del estilo había conseguido (ah y consiguió siete nominaciones a los Grammy, incluyendo mejor artista, mejor disco de Rap y disco del año)



Esta época fue muy convulsa para Kendrick, se bautizó por segunda vez y tuvo que aprender a afrontar la dicotomía de que, aunque él ahora era un artista de éxito, seguía teniendo que ir a funerales de amigos que habían muerto por mantenerse fieles a la vida de pandillas (por los motivos que fuese). También llevó a cabo numerosas colaboraciones, pero sólo voy a nombrar “Control” de Big Sean y Jay Electronica, cuyo verso fue considerado una advertencia hacia los artistas de la industria sobre una nueva estrella naciente del género, y si me preguntáis a mi, un presagio sobre su futura dominancia en el estilo, este verso a la vez se considera el inicio de su “pelea” con Drake.


Una vez terminó el tour de Kanye West en el que estaba, se puso a trabajar en su tercer álbum “To Pimp a Butterfly” cuyo sencillo principal fue “i” (sólo esa canción se ganó dos Grammy, como mejor actuación de Rap y mejor canción de Rap) y en el 2015 salió oficialmente el disco entero. De nuevo, me duele no meterme en profundidad en este disco pero es que llevo 4 páginas de Word y no voy por la mitad de la carrera de este hombre. Lo que sí puedo decir es que fue crítica y comercialmente aclamado, considerado uno de los mejores álbumes de Hip Hop de la historia, en el cual Lamar se empapa de todos los estilos que nacieron de la comunidad Afroamericana como el jazz, el soul y el funk y obliga a todo aquel que lo escucha a pensar en lo que dice. Trata tanto inquietudes personales del artista, como problemas de la comunidad a la que pertenece, todo esto en una época muy convulsa en la que la tensión racial y la brutalidad policial estaban en alza (si es que lo ha dejado de estar alguna vez). El álbum se llevó once nominaciones a los Grammy, de los cuales ganó 5, siendo uno de los más laureados de la noche. Durante esta época también sacó el “Untitled Unmastered”, compuesto por canciones que debían haber sido incluidas en el “To Pimp a Butterfly” y que continuaban con la línea de experimentación y mezcla de estilos que marcaron TPAB, fue críticamente aclamado por ello y tuvo buen posicionamiento en listas, pero es un álbum muy olvidado excepto por los grandes fans.




To Pimp a Butterfly y Untitled Unmastered



Con el siguiente álbum, llegamos al por qué de mi decisión de este post, en el 2017, Kendrick publicó el álbum DAMN (su sencillo principal fue “Humble” y el sencillo promocional “The Heart Part 4”), ni cabe decir que este disco partió la pana, y aunque seguía jugando con estilos como el R&B, tenía una influencia más pop que lo llevó a lo más alto de las listas, siendo el disco más aclamado comercialmente del rapero y el sexto más vendido de todo el año. El tour perteneciente al disco fue uno de los tours con más ganancias de la historia del hip hop. Ahora, ¿Por qué la importancia de este disco frente a los demás? No es el más reivindicativo ni el más experimental como podrían ser GKMC o TPAB, pero en el 2018, Kendrick Lamar con este álbum se llevó el honor de ganar el Premio Pulitzer de la Música, que ya de por sí es un hito, pero en este caso me parece que tiene un peso mucho más grande de lo normal, ya que, fue la primera vez que este galardón se otorga a un proyecto músical que se salía de la música clásica o del Jazz, y si hubiese sido a un género como, no sé, el progresivo o el folk o el soul, no me habría sorprendido tanto como que se lo diesen a un género tan urbano, tan ligado a la calle, tan ajeno al espíritu academicista y elitista que tienen otros estilos. “¿Y esto por qué te resulta tan importante Lucía?” os preguntaréis vosotros, y mi respuesta es, porque lo hace humano. Como la leyenda de Ícaro, el pulitzer de la música era el sol, y los únicos que podían acceder a él eran los dioses, que en esta metáfora son los músicos con medios para llegar hasta ahí y exhaustivos años de formación especializada, pero Kendrick fue ese hombre que, al contrario que Ícaro, logró llegar hasta el sol sin que se le derritieran las alas y bajarlo al mundo terrenal.




Portada del álbum DAMN, imágenes promocionales y fotografias del "The DAMN. Tour"


No me malinterpretéis, con todo esto no quiero decir que Kendrick no trabajase como un animal para ello, ni mucho menos, pero me parece una diferencia radical que todo su arte y su aprendizaje venga desde su experiencia, mientras que los anteriores ganadores, en su casi totalidad, son compositores clásicos con décadas de estudios a sus espaldas. Y os diré que esto es algo que me da mucha alegría porque, me parece que transmite un mensaje de que puedes llegar a grandes cosas sin estudios, que es algo que con la titulítis que hay hoy en día parece casi imposible, y aunque no soy fan de la meritocracia y del “si quieres puedes” porque pienso que siempre hay muchos más factores en juego, es algo que reconozco que da esperanza, e hizo que Kendrick se convirtiese en un símbolo para niños afroamericanos de todos los Estados Unidos (y más países), dándole algo a lo que aferrarse a esos chavales que quieren llegar a ser grandes en un mundo tan elitista como la música y cuyos padres no pueden costearse su educación o que quizá les obliguen a estudiar otra cosa. También me parece importante recalcar que aunque Kendrick no cursó estudios superiores, es un gran portavoz a favor de que los jóvenes puedan y quieran estudiar, apoyando sobre todo a las comunidades marginalizadas a seguir ese camino, ayudando así a mantener a la juventud fuera de las calles.


Kendrick recibiendo el Pulitzer en 2018

Y quienes no seáis fans de Kendrick, o no seáis amigos del rap ni del hip hop, os estaréis preguntando por qué le dieron a él y al álbum “DAMN” el galardón, porque si observáis la lista de antiguos ganadores, definitivamente no están en la misma onda, digamos, y bueno, en palabras de la propia organización «DAMN es una virtuosa colección de canciones unificada por su autenticidad vernácula y su dinamismo rítmico que ofrece conmovedoras escenas que capturan la complejidad de la vida afroamericana moderna», así que yo interpreto que, en este caso, los jueces juzgaron más la parte lírica el proyecto que la melódica (ojo, no digo que no la tuviesen en cuenta), porque cierto es que, aunque el álbum tiene una producción exquisita y con cierto simbolismo en cuanto a los artistas que participan, el peso recae sobre las letras, en las que Lamar plasma conceptos como crisis de fé, rabia por la situación en la que se encuentra su comunidad, miedo de perder lo que ha logrado y las peleas contra uno mismo como se puede intuir por los títulos de las pistas (LOYALTY. “Lealtad”, LUST. “Lujuria”, FEAR. “Miedo”, PRIDE. “Orgullo”...), rompiendo así un estereotipo que todavía prevalece sobre que el rap y el hip-hop son estilos en los que los únicos temas que se tratan son violencia, drogas y mujeres, algo así como lo que le pasaba al rock en los 80 por parte de las generaciones anteriores, pero con la diferencia de que la mayoría de artistas y oyentes del rap son afroamericanos, por lo que hay un gran componente racial sobre dichos estereotipos.


Cierto es que, en mi humilde (y nada imparcial) opinión, hay muchos trabajos de Kendrick que serían dignos de este galardón, ya que es un maestro de hablarle al alma, como se puede observar en el álbum que sacó posterior a “DAMN” tras un hiato de 5 años, es decir Mr. Morale & the Big Steppers” (2022), en el que hace un fuerte trabajo introspectivo sobre todos sus conflictos internos, por parte de su familia y desde su más tierna infancia, cómo los ha ido navegando y como ha logrado ser el hombre que es ahora. Pero siendo francos, puedes sacar una canción de su discografía al azar, y es muy difícil que, salga la canción que salga, no logre hacerte pensar, sentir, reír, bailar o llorar con la letra, por eso creo que, saliendo del espíritu academicista de los galardones del estilo del Pulitzer, si hay alguien que se merece ese premio, alguien que, con el mundo a la contra, nulos recursos y pocas oportunidades haya logrado llegar a ese nivel y romper esa barrera entre la música "bien", de escuela, perfecta y de buena cuna, y la música "mal", de calle, irregular, directa, y no siempre dulce, ese es Kendrick Lamar.


Por último he de decir, sé que empezar a escuchar un estilo que ya tenemos mentalmente predeterminado que “no nos gusta” es difícil, pero os voy a pedir que confiéis en mí con esto. Para poder compartir el amor que tengo por la música de este hombre y para que comprendáis bien a todo lo que me refiero en este post, os he creado una playlist de Spotify llamada “Kendrick Lamar 101” (os dejaré el tracklist con enlaces abajo tambien por si no tenéis Spotify). Si sois curiosos, dadle una escucha, y si no lo sois, también, no os vais a arrepentir, leed sus letras, sentid lo que siente, es la belleza de la música. Y con esto y un bizcocho, nos vemos en el próximo post.



Love, let's talk about love

Is it anything and everything you hoped for?

Or do the feeling haunt you?

I know the feeling haunt you”


-- Kendrick Lamar (All The Stars ft. SZA)




“Kendrick Lamar 101” Tracklist

 



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